El triunfo de la devoción al Sagrado Corazón

El triunfo de la devoción al Sagrado Corazón

2 Dic, 2024 | noticias

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(Fuente de la noticia Revista MISIÓN / Por Isabel Molina Estrada)

En los albores de nuestra era, Dios reveló su Corazón a los hombres. Fue el 27 de diciembre de 1673, en Paray-le-Monial, una comuna francesa de Borgoña. Dios hecho hombre se le mostró a una monja visitandina, santa Margarita María de Alacoque, y le descubrió su Corazón encendido de amor por los hombres, con la llaga abierta y muy visible, reposando sobre un trono de llamas, rodeado por una corona de espinas y presidido por una cruz. Con estos símbolos, comprensibles aun para los que no sabían leer ni escribir, Jesucristo dio a conocer su amor infinito utilizando una pedagogía riquísima en contenido teológico, pero a la vez sencilla.

Pilar Álvarez, voluntaria en la Basílica Nacional de la Gran Promesa en Valladolid y responsable de la acogida de peregrinos, explica a Misión que esta pedagogía hoy cobra nueva vitalidad en nuestra cultura netamente visual. Y apunta que la imagen que entonces hizo las veces de libro para que los hombres de hace más de tres siglos “leyeran” su mensaje de Amor hoy sigue siendo muy apropiada porque se lee muy poco.

Esos símbolos que usó el Sagrado Corazón para darse a conocer no sólo “siguen siendo de gran utilidad”, tal y como manifiesta Pilar Álvarez, sino que también adquieren una especial relevancia porque los hombres hoy desconocen más que nunca el Amor de Dios. Es en este contexto en el que la Iglesia celebra el jubileo por los 350 años de las apariciones a santa Margarita.

¿Una devoción optativa?

Este gran jubileo, con una duración total de año y medio, comenzó en diciembre de 2023 y culminará en la Solemnidad del Sagrado Corazón, el 27 de junio de 2025. José María Alsina, superior general de los Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y presidente del Instituto del Corazón de Cristo, asegura que en este jubileo están ocurriendo muchas cosas: familias, parroquias y diócesis enteras se están consagrando al Sagrado Corazón, el Papa Francisco ha publicado la encíclica Dilexit nos, muchos sacerdotes jóvenes están promoviendo esta devoción, y muchos obispos del mundo han escrito bellas cartas sobre el Corazón de Jesús. “Necesitamos una chispa aquí y otra allí para que esta devoción prenda en el mundo entero”, reclama.

Y es que esta devoción “no es optativa”. Aunque es cierto que en la Iglesia hay incontables devociones –“que si a las santas llagas de Cristo, a su Divina Misericordia– hay una, sólo una, que no es opcional: ¡la de la escuela del Sagrado Corazón!”, explica Álvarez. “Por eso los Papas, en sus numerosas encíclicas, exhortaciones y mensajes llegan a decir que es la síntesis y el núcleo del cristianismo”, puntualiza Álvarez.

Más aún: es la devoción que abarca a todas las demás. Por eso, Alsina insiste a sus alumnos: “Si la Iglesia ha dicho que la devoción al Corazón de Jesús es la quintaesencia del cristianismo, la síntesis más perfecta de toda la religión, la norma más perfecta que nos conduce a Dios –porque todo eso lo dice el Magisterio–, hay que estudiarla”.

Para un mundo herido

¿Por qué es tan importante?, le preguntamos a Pilar Álvarez. Ella responde acudiendo a santa Margarita: “La santa aseguraba que ‘no hay camino más corto para llegar a la perfección ni medio más seguro de salvación que estar consagrado al Corazón divino”. Pero, además de ser un camino de santificación perfecto, el Corazón de Jesús es también el remedio para todos los males de nuestro tiempo.

Lo explica bien el padre Alsina, quien está convencido de que todos los males que nos afligen hoy tienen respuesta en el Corazón de Jesús, y sólo en su Corazón: “Hoy vivimos en un mundo fracasado: ya no somos capaces de tener hijos, y los pocos que tenemos los matamos; ni de vivir un matrimonio, y recurrimos al divorcio; ni de cuidar a nuestros mayores, y a cambio les ofrecemos la eutanasia; ni de aceptar nuestro cuerpo, y ahí tenemos la ideología de género… El Corazón de Jesús se manifestó a santa Margarita (un siglo antes de la Revolución francesa) en los umbrales de este mundo roto y herido, que se aparta de Dios y que en consecuencia va a estar cada vez más herido”.

Es a este mundo roto –declara Alsina– al que Dios se presenta, llamando de nuevo a su puerta, para descubrirle su Corazón. “El día que este mundo escuche por fin que Dios tiene Corazón, que nos está esperando, que no sólo no se aparta de nosotros por ser miserables, sino que nos pide sólo que aceptemos nuestra miseria, ese día el mundo cambiará”, sentencia Alsina.

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